Una queja para la alcaldesa.

Mi ideología política es de izquierdas, por lo tanto está a años luz de los pensamientos progresitas y políticamente correctos del PSOE, pero tengo que reconocer, que la alcaldesa de Palma, ciudad en la que resido habitualmente, me cae bien, no sé si será porque tiene pinta de buena persona o porque contra viento y marea está llenando las calles de carril bici. Pues bien, hoy paseando por el centro y el barrio rico he observado muchas cosas, entre ellas que los semáforos tienen un temporizador para saber el tiempo que falta para ponerse en rojo y el tiempo que falta para ponerse en verde, sólo para los peatones, de otra forma, ya me imagino a muchos indeseables haciendo salidas con sus coches tuneados. Mi queja formal es la siguiente:

¿Por qué ese tipo de semáforos no está por toda la ciudad?

¿Tenemos que pagar un plus los que no vivimos en Jaime III?

¿Somos ciudadanos de segunda los habitantes de otros barrios?

Espero que ni seamos ciudadanos de segunda ni haya que pagar un plus por esos semáforos tan chipirifláuticos.

Por otra parte deciros que es una gozada andar por todo el centro de Palma, y supongo que por cualquier ciudad, un sábado por la tarde, bien acompañado por mis suegros, mi novia formal y miles de personas más. Me encanta ver pasar a la gente y ver los coches con las luces encendidas. Pero como en esta vida todo tiene algo negativo, la tarde de hoy no podía ser una excecpción. Ha habido un momento en que llevaba delante tres señoras de edad avanzada y una de ellas se ha dejado caer un peo que me ha movido toda la melena, yo pensaba que era imaginaciones mías, pero mi suegro estaba al lado para corroborar lo desagradable de la situación, según él, hasta se me ha movido la mejilla con la ventosidad de la señora en cuestión. Menos mal que no olía mal, de hecho, no he olido nada. Lo más apestoso como siempre es la cantidad de seres humanos habitantes del planeta que siguen contaminando mis pulmones con el odioso tabaco, y me da igual que estén al aire libre, yo respiro ese oxígeno que ellos están destrozando.

Y para terminar un conclusión que es obvia y que casi no merece la pena ni mencionar, pero que yo lo escribo porque así me lo pide mi corazón andaluz.

El Audi A5 es uno de los coches más bellos del mundo.

Voy a buscar un video que quede bien en esta entrada, o que no case para nada, pero así relleno un poco más, ya que no tengo fotos ni de los peos de la vieja, ni de los semáforos, ni del gentío que pulula por la ciudad.