Pepi, volando alto
En capítulos anteriores de Soy Andaluz he relatado las aventuras y desventuras de Pepi con sus mascotas por tierra y mar, ahora toca el aire.
Una calurosa tarde de agosto, Pepi encontró a un pequeño gorrión en mitad de un parque y no dudó ni instante en adoptarlo. Como regalo de bienvenida un buen cuenco de leche de vaca de una marca puntera en el mercado español, que evidentemente el pajaro ni probó. A la mañana siguiente se escondió entre un sofá, otro mueble y la pared y la pobre Pepi incluso llegó tarde al trabajo por intentar rescatar a su nuevo invitado. Su inteligencia y su corazón cerraron la puerta del salón y dejó la persiana abierta unos cuantos centímetros para que el animalito viese la calle y soñase con recuperar su libertad.
A la hora de la comida, Pepi y dos compañeras de trabajo regresaron a su casa a ayudar a rescatar al pobre gorrión. La escena que allí se encontraron fue digna de las mejores películas gores de serie b. El cadáver del pájaro yacía en el suelo, a poco centímetros de la ventana, con el pico roto y la cabeza abierta y sangrando. Pepi no abrió el cristal y éste quedó impregnado de pequeños trocitos del pobre cautivo.
El segundo pájarito, y el cual ha dado lugar a que yo escriba todo esto, tuvo una final más dulce (o más salado, según se mire)
Aterrizó en casa de Pepi hará cosa de unas dos o tres semanas, incluso me atrevería a decir que se hicieron amigos y la muchacha lo cuidaba muy bien, excesivamente bien. A este no le daba leche de la buena, pero le obsequiaba con grandes lonchas de jamón serrano cortadas a trozos muy pequeños. Lo que más le estrañaba a Pepi es que a Carolina no le gustase el jamón serrano, “con lo bueno que está”. Siguiendo con su enorme bondad lo metió en una jaula de canario, pero era tan pequeña que simplemente avanzando una patita llegaba de un palo a otro.
Un rayo de luz iluminó el corazón de la anfitriona y pensó que no quería que este nuevo invitado engordase aún más su lista negra, así que llamó a NATURA PARK y al día siguiente vinieron a buscarlo, lo colocaron en una jaula digna para su tamaño y se lo llevaron
BONUS TRACK.
Todavía recuerdo cuando el CD y la Cinta de caset competían y el primero siempre traía una par de canciones más que la dichosa cinta. Yo los descubrí con el CD de A TODA ESA GENTE de MEDINA AZAHARA. Pues para no ser menos que Manuel Martínez y su trupe allá voy con mi BONUS TRACK.
Pero eso será mañana.
Besos.
22 agosto 2011 a 22:34
y a ella no la llevan al natura parc a estudiarla?
23 agosto 2011 a 13:11
A ella la deberían llevar a otro sitio… a una floristería. Ya te contaré.
23 agosto 2011 a 15:11
tengo intriga